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En el futuro, el gobierno español quiere obligar a los inversores a marcar sus plantas de criptomonedas en el país y en el extranjero con fines fiscales. El gabinete presentó un proyecto de ley a tal efecto la semana pasada y ahora está a la espera de la aprobación parlamentaria. El Gobierno de la minoría socialista de Madrid quiere utilizar la iniciativa para combatir el fraude fiscal.

Las monedas criptográficas son muy populares en España. El gobierno de la minoría socialista, que fue elegido en junio, ahora quiere contrarrestar el hecho de que las empresas a menudo se llevan a cabo a espaldas de las autoridades y a menudo sirven para evadir impuestos como parte de su ofensiva anticorrupción. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quiere obligar a los inversores en el futuro a revelar sus instalaciones de criptomonedas.

Según la nueva ley, los propietarios de Bitcoin & Co. deben hacer que todas las inversiones nacionales y extranjeras sean fiscalmente identificables ante las autoridades nacionales, describe Montero en el nuevo proyecto de ley al diario madrileño ABC.

Esto fue introducido la semana pasada por el gabinete. El borrador se encuentra en fase de discusión y tramitación en el Congreso de los Diputados y podría ser aprobado ya a finales de año. Sin embargo, es dudoso que la propuesta del gobierno reciba la bendición de los parlamentarios. El partido de Pedro Sánchez ocupa poco menos de un cuarto de los escaños y por lo tanto tiene poco apoyo en la representación del pueblo.

La situación económica: Madrid quiere ponerse al día con las reformas

Además de la obligación de informar, el gobierno también anunció la semana pasada un curso de acción más duro contra los usuarios de software para ocultar los impuestos. Según el anuncio, el incumplimiento de la obligación de mostrar la identidad o las denuncias falsas será objeto de una multa de 5.000 euros.

Madrid teme sobre todo la posibilidad de fraude fiscal y corrupción a gran escala, como se le acusa recientemente del gobierno anterior. El gobierno socialista ha asumido la causa de promover la justicia fiscal y aliviar a las familias afectadas por la tensa situación económica del país.

Desde la crisis del euro, la economía española ha seguido una trayectoria ascendente constante. Sin embargo, desde 2016 se han suspendido importantes reformas del mercado laboral bajo el mandato del ex Primer Ministro Mariano Rajoy, que también luchó con la limitada capacidad de actuación de un gobierno minoritario.

España, por ejemplo, sigue gruñendo bajo tasas de desempleo juvenil astronómicamente altas, superiores al 30 por ciento. La deuda nacional en el presupuesto es 100 por ciento en línea con el producto interno bruto. Y con un coste de vida comparable, los españoles sólo tienen algo menos de la mitad de los ingresos de los empleados alemanes en sus carteras.

Por otra parte, el FMI considera que la tensa situación de la independencia de Cataluña es un escollo económico que podría hacer caer de nuevo a las bolsas españolas.

La situación jurídica española sigue siendo un misterio

Los inversores españoles en criptomonedas, sin embargo, pescan en aguas turbias. Por un lado, el banco central del país elogió por última vez el potencial de las monedas digitales en agosto. Por otra parte, los supervisores de valores del banco siguen insistiendo en sus advertencias. Por lo tanto, las monedas criptográficas no son medios de pago legales. Además, siempre se deben tener en cuenta los peligros de fraude y pérdidas. Los beneficios de los negocios con monedas criptográficas están sujetos a impuestos en España en la actualidad. Por otra parte, las transacciones están exentas de IVA.

La economía española

La economía española es la duodécima del mundo. Los sectores económicos más importantes son el turismo, la tecnología de la información y las comunicaciones, la industria metalúrgica, la ingeniería mecánica, la agricultura y la petroquímica. Los principales socios de exportación e importación son Francia y Alemania.

En el Índice de Competitividad Global, que mide la competitividad de un país, España ocupa el puesto 34 entre 137 países (2017-18). En el Índice de Libertad Económica, España ocupa el puesto 69 de 180 países en 2017.

Empresas españolas

Los sectores típicos con grandes empresas españolas en 2011 fueron los bancos, con los principales bancos, Banco Santander, la segunda mayor entidad financiera de Europa, y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, con foco en España, Portugal y América Central y del Sur. Otro sector típico es el de la construcción, liderado por el Grupo ACS y Ferrovial. Las grandes empresas individuales son el grupo de telecomunicaciones Telefónica, las empresas Iberdrola y Gas Natural, la compañía de seguros Mapfre, la empresa de infraestructuras Abertis y la empresa textil Inditex.

Turismo

El turismo es un factor económico importante para España. Según la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (ONU), casi 75 millones de turistas viajaron a España en 2016. Por término medio, gastaron alrededor de 800 euros y, por lo tanto, dejaron en el país alrededor de 60 000 millones de euros.

Agricultura

España tiene la mayor superficie vitícola del mundo, con aproximadamente la misma cantidad de vino tinto y blanco. Hoy en día sigue siendo uno de los mayores productores agrícolas de Europa Occidental. El 11% de la mano de obra está empleada en la agricultura. Los productos agrícolas más importantes son el trigo, la cebada, la remolacha azucarera, el maíz, las patatas, el centeno, la avena, el arroz, las uvas, los tomates y las cebollas. España cuenta con amplias zonas vitivinícolas y de cultivo de cítricos y olivos.

Fin del auge económico, la crisis y las reformas

Con el inicio de la crisis financiera internacional en 2007, el crecimiento económico por encima de la media, que duró alrededor de 15 años, terminó y España entró en recesión en el segundo trimestre de 2008. Los Gabinetes Zapatero I (2004-2008) y Zapatero II (2008-2011) parecían haber superado la crisis de 2010/11, pero la crisis financiera internacional había exacerbado los errores acumulados del país, como en los sectores de la construcción y la banca, hasta el punto de sumirlo en la siguiente crisis económica (crisis del euro). El desempleo, que en 2007 se situaba en torno al 8 %, se elevó a más del 20 % en 2011. La anteriormente moderada deuda pública, de alrededor del 40 % (2008), también aumentó considerablemente y la nueva deuda pública anual se convirtió en un problema. En 2011, Mariano Rajoy fue elegido primer ministro. En junio/julio de 2012, el gabinete Rajoy acordó pedir prestados hasta 100.000 millones de euros al FSE, de los cuales 41.500 millones fueron retirados, para apoyar a algunos bancos españoles.

Las empresas españolas internacionales compensaron la disminución de su volumen de negocio en España con su expansión en el extranjero. Están reduciendo sus deudas y abriendo nuevas fuentes internacionales de financiación. Por otra parte, la situación económica es catastrófica para el gran número de empresas que operan sólo a nivel nacional, ya que pierden facturación y financiación. El sector turístico tampoco se ha visto completamente afectado: en los años de crisis 2008/2009 el número de turistas cayó de 59 millones (2007) a 52 millones, acompañado de una pérdida de ingresos de casi tres mil millones de euros al año.

El crecimiento económico se reanudó en España en el tercer trimestre de 2013 y el país abandonó el paracaídas de rescate el 23 de enero de 2014. Los tipos de interés que debe pagar el Estado español se redujeron drásticamente, aunque el desempleo se mantiene en torno al 25 %.

Desde el punto de vista político, España está a punto de cambiar en 2015 cuando se establezcan nuevos partidos. El partido de izquierda Podemos surgió del movimiento de protesta y el liberal de izquierda Catalán, Ciudadanos, se está convirtiendo en un partido electoral en toda España.